El Miu (Museo de Imaginería Urbana) es un proyecto artístico colectivo
El Museo de Imaginería Urbana es un macroproyecto que comprende una serie de proyectos artístico-curatoriales más pequeños, todos ellos orientados a la configuración de colecciones que conforman el museo. Sin embargo, estas colecciones que el museo conforma, tienen una clara intención de desacralizar, cuestionar y criticar argumentativamente la institución museo, tanto como aquello que es considerado Arte.
Y, si bien el Miu y la labor que desempeña son críticos con la institución museal, éste utiliza la misma estrategia para exponer el mensaje, usando la curaduría como medio para generar discurso y circular las colecciones, teniendo claro que la figura de “curador”, como representante de la institución museal, se encuentra en un posición de poder como validador de lo que debe ser entronizado como arte, lo cual implica que tiene que quedar “algo” que se queda por fuera de esa clasificación y que no es considerado como arte, pero que sin embargo, tiene la misma condición de manifestación cultural. De esta manera el Miu no solamente recolecta, sino que “relee, ordena, crea y ofrece nuevas constelaciones de subjetividades”[1].
- ¿Qué elementos conforman las colecciones?
Las colecciones están formadas por objetos, productos o manifestaciones culturales e identitarias que la gente en la calle buenamente nos desee obsequiar. El único lineamiento que sigue el Miu a la hora de producir una colección, es la certeza de que los objetos, producciones y manifestaciones alternas de la cultura, tienen su propio sistema de valores que es igualmente legítimo, por lo que merecen una atención, estudio y valoración.
- ¿Cómo se materializan las colecciones?
Las colecciones del Miu son siempre producto del trueque, en los proyectos planteados por el museo, está invariablemente la consigna de que todos los que participan del proyecto deben recibir algo a cambio de lo que entregan. De esta manera el Miu se aparta tácitamente y a la vez hace un señalamiento a la forma en que tradicionalmente la institución museo obtiene sus colecciones, la cual se basa en el despojo de las culturas.
- La circulación de las colecciones:
El Miu está concebido como un museo itinerante, que más allá de simplemente coleccionar objetos o experiencias, intenta crear nuevas dinámicas de circulación, cómo único método para que éstas adquieran sentido. De esta manera, el museo se introduce en otras instituciones como galerías, museos y espacios alternativos de exhibición, para presentar sus colecciones de objetos recolectados al público en general y a la comunidad artística. Pero, por otro lado y tal vez más importante aún, a través de la estrategia del trueque se genera un encuentro horizontal entre lo artístico y lo alternativo, en el que los artistas encuentran una manera alterna de llevar su obra a un público más amplio e incierto y un nuevo público es introducido a las prácticas artísticas contemporáneas.
[1] Tomado de Arte y oficios: curaduría y gestión cultural (en XXXIII tesis). Lucas Ospina. http://esferapublica.org/portal/index.php?Itemid=2&id=397&option=com_content&task=view
¿POR QUÉ HACER EL MIU?
En las imágenes que una sociedad produce se ven reflejados su sistema simbólico y sus costumbres, en todas ellas, tanto aquellas que se producen desde un ámbito artístico y que se entronizan hasta convertirse en íconos de una cultura o época, por ejemplo La Monalisa, que no necesita presentación. Así como esas otras que son creadas sin ninguna pretención intelectual y que se difunden por la ciudad, interactuando con las personas en su cotidianidad de una manera muy espontánea. Todas estas imágenes recogen y testimonian los procesos sociales y culturales que se dan a través del tiempo: en la imaginería de una civilización se encierra la memoriad de su historia.
Tradicionalmente instituciones como museos, galerías, universidades y bibliotecas se han preocupado por realizar un cuidadoso compendio de aquellas imágenes que son icónicas dentro de nuestra historia, las cuales son, en su gran mayoría, de origen artístico. Sin embargo, las que se producen paralelamente a éstas, no han encontrado lugar en estos espacios, ellas pertenecen a las calles y a la cotidanidad, siendo parte activa de la vida de las personas; están presentes en todas partes y se convierten en símbolos identitarios de una cultura y de una sociedad, incluso algunas con mayor fuerza que aquellas imágenes que consideramos eruditas, como es el caso del Sagrado Corazón de Jesús.
Sin embargo, han sido olvidadas por estas instituciones.Por eso el Miu desea volver al atención sobre esas otras imágenes, que proliferan por ahí, para nuestra satisfacción.
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